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Masticar chicle libera ciento de microplásticos en la saliva , según un estudio

Masticar chicle libera cientos de microplásticos en la saliva, según un estudio
Por : La Redacción
Un estudio reciente ha revelado que masticar chicle puede liberar cientos e incluso miles de microplásticos en la saliva. Los hallazgos, presentados en la reunión bianual de la American Chemical Society en San Diego, indican que solo un gramo de chicle puede desprender un promedio de 100 microplásticos, con algunos casos alcanzando hasta 637 partículas.
La investigación, liderada por el Dr. Sanjay Mohanty, profesor asociado de la Escuela Samueli de Ingeniería de la Universidad de California en Los Ángeles, se encuentra en proceso de revisión por expertos y se espera su publicación en el Journal of Hazardous Materials Letters a finales de este año.
“Nuestro objetivo no es generar alarma, sino comprender mejor nuestra exposición cotidiana a los plásticos”, explicó Mohanty. Aunque aún no hay pruebas concluyentes sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana, investigaciones previas han detectado su presencia en la sangre, pulmones, placenta, cerebro y testículos.
Microplásticos en chicles naturales y sintéticos
El estudio analizó diez marcas populares de chicle en EE.UU., la mitad con base sintética y la otra mitad con ingredientes naturales. Sorprendentemente, ambos tipos liberaron una cantidad similar de microplásticos: un promedio de 104 partículas por gramo en los chicles sintéticos y 96 en los naturales.
Los investigadores identificaron cuatro polímeros sintéticos predominantes en los chicles: poliolefinas, tereftalato de polietileno (PET), poliacrilamidas y poliestirenos, materiales utilizados en numerosos productos de consumo.
Método y hallazgos clave
Para el estudio, un participante mascaba cada chicle durante cuatro minutos, recolectando muestras de saliva cada 30 segundos. Además, algunos chicles fueron masticados por 20 minutos, revelando que el 94% de los microplásticos se liberaron en los primeros ocho minutos.
A pesar de que las etiquetas de los productos no detallan la composición de la base del chicle, los científicos sospechan que los microplásticos pueden provenir tanto de los ingredientes como del proceso de fabricación y envasado.
Preocupaciones y próximos pasos
El hallazgo de microplásticos en chicles considerados “naturales” plantea interrogantes sobre posibles contaminaciones o el uso no declarado de polímeros sintéticos. Además, debido a limitaciones técnicas, la investigación solo pudo detectar partículas mayores a 20 micrómetros, por lo que el número real de microplásticos liberados podría ser aún mayor.
Al respecto, el Dr. David Jones, profesor de la Universidad de Portsmouth, destacó que “sabemos que cualquier tipo de plástico sometido a fricción o calor puede liberar microplásticos”. En su opinión, la falta de pruebas concluyentes sobre su impacto en la salud no debería ser motivo para descartar los posibles riesgos.
Por su parte, la Asociación Nacional de Confiteros de EE.UU. aseguró que “el chicle es seguro para el consumo y ha sido disfrutado durante más de 100 años”. Sin embargo, el estudio abre nuevas interrogantes sobre la exposición diaria a los microplásticos y la necesidad de mayor investigación sobre sus efectos a largo plazo.