Cultura e historia
Domingo de Resurrección: El corazón de la fe cristiana y símbolo de esperanza para millones de creyentes

Domingo de Resurrección: El corazón de la fe cristiana y símbolo de esperanza para millones de creyentes
Redacción: Luciano Vásquez
El Domingo de Resurrección, también conocido como Domingo de Pascua, es la celebración más importante del cristianismo. Conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día después de su crucifixión, según relatan los Evangelios del Nuevo Testamento.
Esta fecha sagrada simboliza el triunfo de la vida sobre la muerte, la victoria del bien sobre el mal y la esperanza de la vida eterna para los creyentes. Para los cristianos, la resurrección de Jesús no solo confirma su divinidad, sino que constituye el fundamento de su fe y la promesa de salvación.
Celebración según las culturas
Las formas de celebrar el Domingo de Resurrección varían según la tradición y la cultura. En las iglesias se realizan misas o cultos especiales, caracterizados por cantos de júbilo, lecturas bíblicas y el encendido del cirio pascual, una vela grande que representa a Cristo resucitado.
En el ámbito familiar, muchas personas se reúnen para compartir un desayuno o almuerzo especial. En América Latina y España, es común disfrutar de comidas típicas o pan dulce, como símbolo de unidad y celebración.
Asimismo, en diversas culturas, especialmente en países de tradición anglosajona, se realiza la tradicional búsqueda de huevos de Pascua, una costumbre que, aunque tiene orígenes paganos, ha sido adoptada como símbolo de vida nueva y renovación.
¿Por qué cambia la fecha cada año?
A diferencia de la Navidad, el Domingo de Resurrección no tiene una fecha fija. Se celebra el primer domingo después de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera (21 de marzo en el hemisferio norte). Por esta razón, puede caer entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Este sistema de cálculo fue establecido en el Concilio de Nicea en el año 325.
Cada año, millones de creyentes alrededor del mundo conmemoran esta fecha como un momento de fe renovada, esperanza y unidad espiritual.