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Internacionales

Desde Reagan en 1981, Trump es el primer expresidente estadounidense en sufrir un intento de asesinato

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El expresidente Donald Trump no es el primer presidente o expresidente estadounidense en sufrir un intento de asesinato. A lo largo de la historia del país, han sido abundantes los atentados contra los mandatarios. Sin embargo, desde 1981 no se registraba un suceso de esta gravedad.

SIGLO XX

Ronald Reagan: En 1981, el entonces presidente Ronald Reagan llevaba apenas unos meses en el cargo cuando fue disparado al salir de un hotel Hilton en Washington. Su agresor, un perturbado admirador de la actriz Jodie Foster, le disparó una bala que entró por la axila y se alojó en el pulmón, sin tocar el corazón ni poner en peligro su vida. En menos de un mes, Reagan retornó a la Casa Blanca.

John F. Kennedy: El atentado más impactante de la era contemporánea tuvo lugar dos décadas antes, el 22 de noviembre de 1963, en Dallas. El presidente John Fitzgerald Kennedy iba en una limusina descapotable saludando al público cuando fue disparado mortalmente desde un edificio cercano por Lee Harvey Oswald. El asesino fue abatido dos días después y nunca se esclareció completamente la trama detrás de la muerte de Kennedy.

SIGLO XIX

Theodore Roosevelt: En 1912, cuando Roosevelt ya había abandonado la presidencia pero seguía siendo un hombre enormemente popular, fue emboscado frente al Gilpatrick Hotel en Milwaukee por John Schrank, un tabernero presuntamente desequilibrado. La bala se quedó en el pecho de Roosevelt sin llegar al corazón. De hecho, ‘Teddy’ vivió siete años más.

William McKinley: En 1901, el presidente McKinley asistía a un concierto en la ciudad de Buffalo, Nueva York, cuando fue disparado dos veces en el abdomen por un anarquista llamado Leon Czolgosz, quien más tarde escribió que había matado a McKinley por ser «un enemigo del buen pueblo trabajador».

Abraham Lincoln: En 1865, el presidente Lincoln había acudido al Teatro Ford de Washington cuando fue disparado por detrás en la cabeza por el simpatizante confederado John Wilkes Booth. El asesinato de Lincoln no impidió que los federales ganaran la guerra un mes más tarde.

James Garfield: En 1881, el recién electo presidente James A. Garfield se encontraba en la Estación de Potomac de Washington cuando fue tiroteado por Charles Guiteau, un hombre con problemas mentales. Garfield recibió dos tiros y sobrevivió diez semanas antes de morir.

Además de estos casos, los servicios secretos han desbaratado numerosos planes para matar a otros presidentes en ejercicio. Entre los mandatarios que han sido objetivo de estos complots, se encuentran Donald Trump, Barack Obama, Bill Clinton, George W. Bush, Jimmy Carter, Gerald Ford y Richard Nixon, entre otros.

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